Buenos días!!
Hoy en nuestro #blogdepeonias os queremos contar como fue la maravillosa boda de Nerea y Daniel.
Ellos se conocieron hace unos siete años en las famosas fiestas de San Juan en Soria. Amigos comunes los presentaron y, desde ese momento se convirtieron en inseparables.
Unos años más tarde y de una manera distinta a la habitual, Daniel colgó del cuello de Nerea un collar para pedirle que se casara con él.
Y así poco a poco empezó a cobrar forma esta boda tan bonita en la que nos dejaron formar parte.
Fue un 15 de Abril en Zaragoza, pese a que el mes de Abril es el mes de las lluvias por excelencia, el su día no pudo brillar un sol más grande.
El cielo azul, un sol de justicia y la grandiosa Basílica del Pilar como telón de fondo, dieron como resultado una preciosa e intima boda llena de detalles.
Empezamos por ella, Nerea llevaba un vestido impecable con una espalda preciosa. Una obra de arte salida de un pequeño atelier local de Zaragoza.
Su pelo y maquillaje fueron obra de ‘Quorum Peluqueros’, quienes también se encargaron de que la madre de la novia y alguna otra invitada más lucieran espectaculares.
Su ramo, rosas blancas de pitiminí, todo anudado con tul blanco… ¡nos enamoró!
Y sobre él, Daniel llevaba un traje sencillo pero elegante obra de Hugo Boss.
Ambos decidieron darse el ‘sí, quiero’ en una preciosa ceremonia civil llevada a cabo en el pabellón de ceremonias en el Parque del Agua de Zaragoza.
Un pabellón de 800 metros cuadrados dentro de un recinto de más de 2000 metros, dónde los eventos civiles son tramitados a través del servicio de Protocolo del Ayuntamiento de Zaragoza. Rodeado de un lago, canales y amplias zonas ajardinadas, es un lugar excepcional para la celebración de un día tan especial.
Una vez terminada la ceremonia civil, los invitados fueron dirigiéndose al lugar del banquete.
A escasos 10 minutos caminando del Parque del Agua y del pabellón de ceremonias, los invitados y, posteriormente los novios, fueron llegando al maravilloso restaurante Aura Zaragoza.
Un lugar situado en una zona privilegiada de la ciudad, con vistas a la torre del Agua y a la Basílica del Pilar, hicieron que el banquete aquí se convirtiera en una celebración única.
La innovación, la calidad del servicio y el encanto de este espacio, convirtieron este día en inolvidable.
Un menú delicioso, un salón acogedor y una decoración preciosa propiciaron que todos los asistentes disfrutaran al máximo de este día.
Además, con el tiempo tan bueno que hizo, la barra libre y el baile se hicieron en la terraza del restaurante, una zona diáfana y muy amplia dónde los invitados pudieron disfrutar de un atardecer espectacular.
El consejo que nos ofrece Nerea es: “déjate asesorar por un profesional en este sector, hará que el día, con el que siempre soñaste, llegue a hacerse realidad. Gracias a Patricia y María todas nuestras expectativas y las de nuestros invitados, quedaron más que superadas”.
¿El resultado? Una boda de ensueño:
Oui, je t’aime
Una respuesta
Es poco frecuente encontrar a escritores con conocimientos sobre este mundillo , pero creo que sabes de lo que estás comentando. Gracias compartir un articulo como este.