Maldivas 2016

¡Buenos días!

¡Por fin! ¡Qué ganas teníamos de poder contaros un poco más de nuestro viaje a #Maldivas!

Sabemos qué muchos y muchas de vosotros/as estabais deseando conocer más de este país y que os contáramos un poco de nuestra experiencia allí.

Sabemos que es un destino que está muy presente ente muchos de vosotros como remate final a vuestra #lunademiel de ensueño.

Así que no nos enrollamos más y… ¡empezamos!

Bueno, como os adelantemos ya en el post anterior sobre Sri Lanka, después de pasar allí unos días, el 08/11 pusimos rumbo a Malé. Desde Colomo a Malé podéis encontrar muchos vuelos durante todo el día a horarios distintos.

Nosotros volamos con Sri Lankan Airlines, y salimos de Colombo a las 7.20 hrs de la mañana. El vuelo no duró más de una hora, queríamos llegar cuanto antes al ‘paraíso’ así que no nos importó para nada madrugar y coger uno de los primeros vuelos del día. Además, al llegar a Maldivas tuvimos que retrasar media hora nuestros relojes, con respecto a Sri Lanka. Así que a las 9 de la mañana estábamos ya llegando al hotel.

Pero bueno, vamos por partes. Una cosa que tendréis que tener muy en cuenta viajéis a Maldivas, es el hotel dónde os alojareis. Hay muchos hoteles que están en atolones en los que sólo se puede llegar en hidroavión, y los hidroaviones vuelan a ciertos horarios y sólo hasta las 17-18hrs de la tarde, por lo que… si vuestro vuelo a Malé llega después de esa hora al aeropuerto internacional, os tocará hacer noche en Malé, y salir al día siguiente hacia vuestro hotel.

Además, conviene que sepáis que los hidroaviones funcionan realmente como ‘autobuses’ en el sentido que cogen a varios viajeros de distintos hoteles y van aterrizando y despegando en los diferentes atolones. Si tu hotel es la primera parada pues… ¡perfecto! Pero es la tercera o cuarta parada… el viaje se te hará algo más largo. Aunque eso sí, las vistas que tendrás desde le hidroavión no las olvidarás fácilmente… ¡maravillosas!

Nosotros hicimos la reserva en el hotel Anantara Veli Maldivas. A nuestro hotel se podía llegar en lancha, como a muchos otros, así que según llegamos al aeropuerto tuvimos a penas que navegar 30 minutos para llegar allí.

Una cosa genial que veréis en el aeropuerto de Malé, es que prácticamente todas las cadenas hoteleras presentes en el país, tienen una especie de ‘recepción’ en el mismo aeropuerto. En cuanto salimos por la puerta de llegadas, vimos a personal de Anantara con el cartel y nuestro nombre. Nos dirigimos a ellos y nos llevaron a su hall privado de clientes, dentro del mismo aeropuerto. Allí nos tomaron nota de los pasaportes y confirmamos todos los datos de nuestra reserva.

Como el aeropuerto de Malé hace también las veces de puerto, a escasos 5 mins. caminando, llegamos al embarcadero.

Una lancha con tres motores, blanca y azul nos estaba esperando ya. Cargaron nuestras maletas, nos dieron los chalecos salvavidas, una botella de agua y una toallita refrescante y… ¡listos para zapar!

Para los que os mareáis en los barcos como yo, ¡no temáis! Yo iba convencida de que estos 20-30 mins. hasta el hotel en lancha se me harían infernales pero… ¡para nada! El mar apenas se movía, la lancha con 3 motores volaba literalmente por encima del agua y no se notaba movimiento alguno. El viaje fue genial. Con sólo ir observando los diferentes colores del mar e ir viendo los atolones por los que pasas hasta llegar al tuyo… ¡se te hará hasta corto el trayecto!

Bueno… llegó el momento de llegar al hotel: en cuanto llegamos al muelle ya había personal esperándonos para coger nuesras maletas y darnos la bienvenida. El personal de recepción con las llaves de nuestra habitación listas (el check-in lo hacen los chicos que te reciben en el aeropuerto) así que nada más llegar nos sentamos con Martin del hotel (¡encantador!) que fue quien nos enseño con un mapa todo el complejo de Anantara, formado por 5 islas. Una de ellas es la del Anantara Veli donde estábamos nosotros, otra isla es la del Anantara Dhigu, otra es la del Anantara Naladhu (el más exclusivo de los 3) y las otras dos islas son dónde vive el personal de los hoteles. Después de ‘situarnos’ mapa en mano, ubicar los restaurantes, el spa, el centro de actividades acuáticas… pusimos rumbo a las habitaciones.

En nuestro caso, teníamos reservado un Over water Bungallow, son los más estandar del hotel:

Por encima de estos tenemos los Superior Over Water Bungallow:

Luego los Deluxe Over Water Bungallow y los Ocean Pool Bungallow:

Y los superiores de todos, los Deluxe Over Water Pool Bungallow:

Nuestra recomendación personal en este hotel, partid mínimo de un Supertior Over Water Bungallow. Los Over Water BUngallow (los más básicos) son los primeras habitaciones que se construyeron en el hotel, y no están reformadas. Es cierto que son de un nivel muy alto, pero cuando ves el resto de posibilidades y habitaciones del hotel… estas te ‘decepcionaran’. No tienen ni las vistas panorámicas sobre el mar, ni la exclusividad de que ‘nadie te vea’ que te pueden ofrecer el resto de habitaciones. Están muy cerca de la isla (aunque sí que son over water) y muy cerca unas de otras.

Aunque algo que tienes en estas habitaciones que no te dará ninguna de las otras, es que están encima de los corales. El coral en Malvidas (al igual que en otros lugares del mundo) está muy protegido ya que están en peligro. Estos Over Water tiene unas escaleritas desde la terraza de la habitación por las que bajas directamente al agua. La ventaja de hacer snorkel en esta zona es que al estar llena de coral, está llena de peces de colores durante todo el día. Bajes cuando bajes a bucear, te encontrarás con millones de peces de colores, que podrás ver también desde arriba, el agua es sumamente transparente y los podrás ver a todas horas.

El resto de habitaciones del hotel, están sobre arena o más metidas en el agua, sin corales ni nada debajo, por lo que para hacer snorkel tendrás que nadar hasta esta zona que os decimos.

Seguimos por otro tema que suele ‘preocupar’ a la gente cuando piensa en Maldivas: los precios.

Sí, es así, no es un destino barato. Los precios en los hoteles por cualquier cosa son elevados.

Son hoteles que están ‘literalmente’ en medio de ‘la nada’; ellos lo saben.

Por poneros un ejemplo de los precios, os hablaremos de la comida del primer día según llegamos, nos costó 92 dólares y fue: un plato de pasta, un sandwich y dos coca-colas; todo para compartir entre dos. Los platos son grandes y todo estaba riquísimo, de verdad que la calidad de la comida es buenísima, pero conviene que sepáis por donde rondan los precios ya que hay gente que llega allí sin saber esto y… cuando ves los precios de las cartas te puedes quedar… ¡helado!

Lo más económico que encontrareis en la carta serán ensaladas, sandwiches, nachos… que rondan los 30 dólares por plato. Otros platos más grandes como pastas, hamburguesas o pizzas rondarán los 50. Los postres unos 20-25 y las bebidas unos 6-12 dólares, según lo que pidáis. Una comida o un picoteo de lo más sencillo no te saldrá por menos de 60 dólares. Como hemos dicho antes, la calidad de la comida es excelente, pero hay cosas como las ensaladas o las hamburguesas, en las que (según nuestra opinión) los precios son algo abusivos para el tipo de comida que es.

Todas las noches hay cenas temáticas, los precios de las mismas rondan los 95-140 usd (más tasas y más propinas) por persona. Para aquellos que reserven en régimen de Media Pensión es una opción ideal, ya que la comida es excelente y cada día habrá temáticas distintas como: italiano, japonés, mexicano, marisco…

Y sobre los desayunos, simplemente decir que es el mejor desayuno de hotel que hemos tenido la posibilidad de probar hasta la fecha. Todas (o casi todas) las reservas van con desayuno incluido y de verdad que no se le puede poner ni una sola pega. Tienes millones de opciones de todo, dulce o salado, tortillas, huevos, gofres, crepes, fruta, cereales, leche de soja, de arroz, de avena, pan de cereales, de centeno, integral… en fin… ¡sin palabras! Sólo os recomendamos que os levantéis con hambre y sin prisa para poder disfrutarlo como se merece.

Otra de las cosas que podemos hacer aquí es disfrutar de alguna de las múltiples actividades acuáticas que ofrece el hotel.

El equipo de snorkel te lo dejan gratuito durante tu estancia, el kayak también es gratuito durante dos horas todos los días. Nosotros lo solíamos coger para ir con el kayak a otras zonas que te recomiendan desde el hotel para hacer snorkel, o simplemente para movernos de un hotel a otro.

Además de esto, tienes un montón de actividades de pago como: moto de agua, sky acuático, windsurf, parasailing… y también tendrás opción de hacer excursiones como: pesca, bucear con delfines, con manta-rayas, excursiones privadas…

Nuestro día a día aquí básicamente consistía en hacer snorkel (no nos cansábamos de ver peces todos los días), descubrir rincones con el kayak, ver cada día las puestas de sol desde un lugar (son maravillosas siempre) y movernos entre el hotel Veli y el Dhigu a nuestro antojo, tanto como para comer en lo distintos restaurantes de uno y otro, o como por ejemplo estar un rato en la piscina, ya que a nosotros particularmente nos gustaba más la piscina del hotel Dhigu que la del Veli.

Y sobre el personal de los hoteles… ¿qué deciros? todo perfecto, siempre sonrientes, ayudándote con cualquier cosa que puedas necesitar, siempre serviciales y eficaces.

Como conclusión, os diremos que nuestra experiencia ha sido 10, hemos desconectado y nos hemos relajado como nunca, es un destino para ello. Venimos con millones de fotos y recuerdos de quizá uno de los mayores paraísos de este mundo. Podemos resumir en que sí, bajo nuestra opinión, es un destino que recoge los aspectos principales que un fin de viaje de luna de miel debe tener: hoteles inmejorables, paisajes paradisíacos, buen tiempo, descanso y no tener que preocuparte por nada durante tu estancia allí.